Os dejo este artículo publicado
en Periodista Digital que escribí
en las vacaciones de Semana Santa viendo, a través
de la ventana, como nevaba en las cumbres de Sierra
Nevada. Como dice la canción, a veces para
encontrar el norte, hay que ir hacia el sur. Y aquí estoy,
en La Alpujarra.
Hay quien se atreve a decir
que la Junta de Andalucía me paga por hacer publicidad encubierta de La Alpujarra. Y es que España es un
país de atrevidos, mamones, imbéciles, idiotas...
y por su puesto de indigentes culturales. Y ahora,
por méritos propios, de indigentes económicos.
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Entre tanta amalgama social, los ciudadanos "normales"
somos, cada vez más, un grupo minoritario estando
progresivamente más aprisionados y oprimidos. A vosotros, ¡¡imbéciles atrevidos!!, yo no hablo bien de La
Alpujarra porque me paguen, hablo bien de La
Alpujarra porque es el último reducto de España donde
puedo fumar en el bar, puedo beber en la calle, para
hablar con el alcalde no necesito pedir audiencia
y para ser español no tengo que pedir permiso ni
pedir perdón.
Da lo mismo que hablemos de derechas o izquierdas,
los ciudadanos que no pertenecemos a la fauna social
borreguera estamos condenados a pagar y callar. Quizás
yo sea una excepción; pago pero no me callo.
Foto: Juan Vte. Santacreu en la Alpujarra
Publicidad o
no, llegó Semana Santa y nosotros como de costumbre
nos vinimos a La
Alpujarra a pasar
estos días de vacaciones. Aquí no huele a la mierda
putrefacta que inunda España, aquí, en todo caso,
huele a estiércol en los campos, brisa cristalina
de Sierra
Nevada y hierba fresca que despunta con
los primeros días de primavera. Una tierra idílica
para meditar y ver con la distancia como España se
va a la mierda sin que nadie se mueva. Ya lo decía
mi abuela: "los cerdos se encuentran
muy a gusto entre la mierda".
Antes de salir de Valencia puse
el lleno de gasolina, 80 euros. ¿Quien puede pagar
eso? Solo una minoría. ¿Y el tabaco?, más de lo mismo.
¿Y el alcohol? Lo mismo... y así, con todo lo que
afecta a los ciudadanos. Hasta que los ciudadanos
no sean conscientes que es tiempo de olvidarse de
derechas y de izquierdas, que en el siglo XXI es
tiempo de reivindicar los derechos de los que pagamos,
seguiremos oprimidos y "puteados" por el Sistema.
Para eso sirve venir unos días a la
Alpujarra, para
ver las cosas claras desde la distancia y comprender
que es normal que Rajoy te suba el tabaco, la electricidad,
la gasolina, el alcohol, etc. Es decir, que suba
todo lo que usa el ciudadano de a pie, el que vota.
Sí, ese ciudadano –da lo mismo que sea de derechas
o de izquierdas- que tiene todo prohibido
en España.
Hay que ser solidarios y pagar porque en España hace
falta dinero: hay que mantener 17 presidentes de
Gobierno, 17 Autonomías, unas cuantas putas
lenguas tribales, un rey republicano –con toda su familia
de vagos- y ahora hasta algunos de sus miembros involucrados
por robar a espuertas. En fin, muchos hijos de puta
sueltos. Hijos de la puta España, claro.
Yo pago pero no me callo.
Así lo pienso y así lo
digo
Juan Vte. Santacreu para Periodista Digital
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