Comiendo en mi terraza de la Alpujarra

Creo que sobre el entorno no hacen falta descripción; en lo alto del pueblo divisando todo el Barranco de Poqueira bajo la sombra de una gran parra de uva. Por cierto una parra que planté yo mismo de un esqueje de moscatel italiano que cogí en Valencia. Un esqueje que ha tenido que crecer 10 metros hasta llegar a la terraza.

En esta ocasión, verano de 2014, la comida era muy sencilla, unos pimientos frescos, unas morcillas de cebolla, pan de la Alpujarra pero con un toque de Valencia, dorado a la brasa con un toque de ajo, aceite y tomate recién cogido del huerto.
Todo esto acompañado con una ensalada. Todas las verduras recién cogidas del huerto de nuestros amigos del restaurante Casa Julio.
Por cierto, el delantal que lleva mi mujer sólo es para disimular porque el que se ha currado la comida he sido yo.

Mientras preparo la comida a la brasa suelo acompañar mis tiempos muertos con alguna cerveza para no aburrirme, pero las comidas las compartimos con vinos de nuestra pequeña bodega Mi bodega en la Alpujarra

En esta ocasión terminamos media botella que nos quedaba de crianza Señorío de los Llanos de Valdepeñas y empezamos un crianza de la Mancha, Vega Cristina. Vinos muy económicos que compramos en su día y los hemos tenido reposando y enriqueciéndose unos ocho años al amparo del frío y el silencio alpujarreño.